Los Indios Coromotanos es una tradición tan autóctona de los Valles del Tuy que nace de la religiosidad de un pueblo pequeño arraigado en sus costumbres, y esa venezolanidad de sus habitantes; devotos de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela. Esta historia de la Virgen de María se remonta al año 1652, cuando lleva a cabo su primera aparición en las montañas del Estado Portuguesa, haciéndose visible ante los ojos del Indio Coromoto, cacique de los Indios Cospes, pueblo nativo que se había internado en la selva, huyendo de los españoles desde el año 1591, fecha en la que fue fundada Guanare. Es la segunda expresión de fe cristiana, histórica y cultural de los Valles del Tuy
La idiosincrasia, religiosidad y expresión cultural e histórica del pueblo ocumareño se sentirá por octogésima primera vez, con la Peregrinación de la Escolta de los Indios Coromotanos, la cual tomará las principales calles y avenidas del municipio Tomás Lander, estado Miranda, este primer domingo de cuaresma.
La peregrinación, en honor a los indios Cospes de Guanare (Portuguesa) y a la Virgen Nuestra Señora de Coromoto, es la segunda expresión de fe cristiana, histórica y cultural de los Valles del Tuy (Miranda), después de la Cofradía de los Diablos Danzantes de Yare.
La peregrinación atrae a centenares de turistas y propios de la región mirandina, pues la procesión es la única tradición mariana en rendir honores a la Virgen Nuestra Señora de Coromoto, antes de que ésta fuese declarada Patrona de Venezuela.
Ocumare del Tuy es la única ciudad del mundo que celebra misa el primer día de cuaresma con las puertas del templo abiertas, debido a que la iglesia católica tenía prohibido realizar celebraciones en este tiempo.
Efraín Segura, presidente de la Asociación Civil Escolta de los Indios Coromotanos, aseveró que la manifestación es una remembranza a los indios Cospes y no a los Quiriquires, autóctonos de la subregión tuyera. Ésta es una advocación de la Virgen María, que según la leyenda, en el año 1.600 se le apareció al jefe indio de la tribu de los Cospes, de nombre Coromoto.
“La diócesis cubría las imágenes con telas blancas, suspendía las misas y todo acto litúrgico. No obstante, el monseñor Pérez de León efectuó la solicitud al Vaticano en el año 1.941 y de allí la iglesia San Diego del Alcalá de Ocumare del Tuy es la única en el mundo que celebra fiesta en tiempo de cuaresma”, comenta el cultor.
Enfatiza el profesor que la festividad se efectúa después del miércoles de ceniza, primer domingo de cuaresma. Esta manifestación comenzó a mediados del siglo XX (el 11 de marzo de 1.941), cuando monseñor Rafael Pérez de León, sacerdote de la parroquia San Diego de Alcalá en Ocumare del Tuy, efectuó una eucaristía especial y al finalizarla, sacaron del templo la imagen de la Virgen Nuestra Señora de Coromoto. Detrás de la imagen iba el boyscout Jesús Tereso Sánchez Rasqhin, quien para la época contaba con 15 años, y dirigió a 300 personas trajeadas de indios. Unos a caballos y otros a pie.
Desde ese momento, monseñor Pérez de León nombró a Jesús Tereso Sánchez como “El Cacique Mayor de la Peregrinación de la Escolta de los Indios Coromotanos”.
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