Cada vez más barrios de Caracas están optando por perforar pozos para poder acceder al agua ante los constantes fallos del servicio público de abastecimiento, que de media solo ofrece 56 horas a la semana de suministro
Los constantes fallos en el servicio de agua en Caracas desde hace algunos años han provocado que sus habitantes busquen soluciones independientes como la perforación de pozos profundos para que el agua vuelva a salir por el grifo. En distintos sectores de la capital de Venezuela, los caraqueños protestan, constantemente, por la escasez de agua potable que se puede prolongar durante días, semanas y hasta meses.
Así sucedió recientemente, cuando un grupo de vecinos de los sectores El Marqués y Horizonte protestaron frente a la sede de Hidrocapital -empresa estatal encargada del suministro- porque llevan más de seis semanas sin el servicio.
Estas manifestaciones se ven con frecuencia en la ciudad y, es por eso que, en municipios como el de Chacao, uno de los que integran el área metropolitana de Caracas, la perforación de pozos se ha convertido en una práctica habitual en los edificios para tener agua 24 horas al día.
A esta solución parcial se ha sumado incluso la Alcaldía de Chacao, que ha construido 12 pozos que benefician al 80% de los vecinos del municipio.
Pero el ingeniero civil y expresidente de Hidrocapital José María De Viana aseguró a Efe que la mayoría de los pozos están siendo construidos sin la autorización pertinente, que debe otorgar el Ministerio de Ecosocialismo (Medioambiente), y que si no se hace con empresas competentes, puede generar daños en otras infraestructuras de gas, telecomunicaciones o agua.
Una solución coyuntural
De Viana apuntó que la perforación de pozos de agua, ante la constante falla del servicio, es una solución privada para un servicio público que no funciona, pero es coyuntural porque no hay agua subterránea para toda Caracas.
“Si quieren perforar pozos en la urbanización (sector) de Manzanares, no van a conseguir nada, porque depende de la geología de cada sitio”, explicó. El mejor análisis que se puede hacer para determinar si en una zona hay agua subterránea es revisar si hay pozos cercanos que pueden ayudar a determinar qué tipo de materiales hay en el suelo, cuánto se debe perforar y cuánta agua se puede conseguir.
Sin embargo, el gerente de la ONG Monitor Ciudad, Jesús Vásquez, señaló a Efe que no siempre el agua que se encuentra es óptima para el consumo, por lo que se requiere otro estudio. “Es muy fortuito y es muy infortunado cuando excavas esos pozos y aparece agua contaminada, por ejemplo, de gasolina”, subrayó.
Por esas razones, para De Viana la mejor opción para abastecer a Caracas es reparar los sistemas de suministro porque, si se empieza a sacar más agua de lo que los acuíferos reciben anualmente por las lluvias y los ríos, entonces se reducirán los niveles “a un extremo en que algunos pozos (en sectores) más altos van a quedar fuera de servicio”.
Otro punto a considerar es el costo de su construcción que, de acuerdo a la información de Vásquez, puede llegar a los 20.000 dólares, en un país donde el salario mínimo es de 7 millones de bolívares (unos 2,2 dólares).
“Son 20.000 dólares aproximadamente por pozo. Estamos hablando de 4 millones de dólares que se pudieron haber invertido en un acueducto de Caracas”, añadió.
¿Por qué falla el servicio de agua?
Los expertos aseguraron que el Estado venezolano no ha hecho mantenimiento y renovaciones en los sistemas de distribución de agua de la ciudad, no se están operando correctamente y además se suman los constantes fallos eléctricos.
“El Sistema Tuy II (uno de los más importantes) tiene siete líneas de bombeo, trabajan en serie cada una y es bastante complicado, requiere bastante esfuerzo mecánico y energía eléctrica para que llegue a Caracas y solamente están trabajando dos“, agregó Jesús Vásquez.
También dijo que por eso no hay suficiente agua para distribuir y que, por ejemplo, cuando se envía agua al sur de la ciudad, no se puede suministrar a los que viven en el este.
De acuerdo a cálculos de Monitor Ciudad, los caraqueños reciben de promedio unas 56 horas de agua de las 168 horas que tiene la semana, es decir, que el 65 % del tiempo están sin el servicio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una persona requiere 100 litros de agua al día para satisfacer sus necesidades.
Asimismo, De Viana indicó que el sistema está funcionando a una fracción de su capacidad instalada. Hace 20 años se recibían 20.000 litros por segundo y actualmente solo se reciben 12.000 litros por segundo, lo que representa un déficit de 40%.
El ingeniero agregó que los embalses están llenos, pero es necesario reparar y mantener las tuberías, motores, transformadores e interruptores de los sistemas, que además según su experiencia, son de bajo mantenimiento. “Si se rehabilitan esas estaciones en relativamente corto plazo, se puede cambiar la situación de abastecimiento de Caracas y de sus poblaciones vecinas”, apuntó.
Fuente: El Ágora Diario