El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, rechazó por medio de un video que se le califique al oficial como asesino, por la muerte del bebé venezolano que iba en los brazos de su madre, luego que de la Guardia Costera disparara en contra del bote que cargaba con más de 30 migrantes, pues a su juicio, la acción fue «legal y apropiada».
«Esa acción legal, esa acción apropiada para defender a Trinidad y Tobago, resultó en la muerte de ese niño y en ser llamado asesino. Lo rechazo, lo rechazo, y lo rechazo», expresó en declaraciones ante los medios de comunicación.
Hasta el momento no se conoce la identidad del oficial que apretó el gatillo. «Pero sé que ese oficial sentiría el dolor de saber que el resultado de esa acción», añadió.
Sin embargo, la Guardia Costera de Trinidad y Tobago reconoció por un comunicado que publicaron, que “disparó la noche del sábado contra un bote que transportaba a venezolanos y mató a un niño que migraba junto a su madre.”
En el texto, explicaron que luego que le hablaron por megáfonos, dispararon al motor de la embarcación por el intento de detenerlos, y en «defensa propia», alegando que los migrantes habían intentado «embestirlos».
Los oficiales dejaron saber que durante todo el procedimiento «utilizaron todos los métodos disponibles, incluido el uso del megáfono, la bocina del barco, el reflector y las bengalas, para lograr de detener la embarcación sospechosa. Sin embargo, la embarcación continuó intentando evadir» la embarcación de las autoridades.
Agregó que tras inspeccionar el bote «descubrieron» que había «migrantes ilegales» a bordo, que habían permanecido «escondidos» y no los vieron antes.
Con información de El Nacional
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