Solo basta escuchar «no!! quién te dijo viejo; los cincuenta son los nuevos cuarenta» para saber que las cosas no terminarán bien porque para José Olmedo, Ingeniero de profesión, sus cincuenta años significa entregar tres currículum por semana y esperar que el celular suene alguna vez.
«Es triste, pero tengo que seguir y apostar que en algún sitio encontraré empleo» asegura Olmedo al equipo de Caracasnews24.
Este ingeniero con experiencia en el campo petrolero, sabe que después de los cincuenta, las posibilidades de empleo son muy raras por eso siempre optó a una segunda opción y decidió concentrarse en su otra pasión: la panadería. De eso vive y de los productos que elabora en su casa y los ofrece por toda su urbanización. Por eso no es raro para sus vecinos, cuando Olmedo sale todos los fines de semana en su bicicleta a vender desde cachitos hasta canillas y pan gallego
Sin embargo, el caso de José Olmedo es uno de los miles de miles que viven está realidad. Eso sin contar con todos los adultos mayores y pensionados que sobreviven con algo más de siete dólares.
Para el secretario general encargado de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), José Elías Torres, no es un secreto que ya las pensiones no ayudan y si se va al campo laboral las oportunidades son casi nulas para los adultos mayores.
En una entrevista dada al circuito de noticias Unión Radio, Torres aseguro que «hoy en día parece que es una maldición haber llegado a la edad a la que han llegado muchos trabajadores…ya nadie sueña con una pensión, sino pensando en cómo llegar al atardecer de su vida».
Para el Secretario encargado de la CTV, la mayoría de los adultos mayores en el país sobreviven con la ayuda que les envían sus familiares desde afuera.
Y mientras, continúan los muchos Olmedos en Venezuela entregando currículum y a la espera que el celular en alguna momento vuelva a sonar, como en años anteriores.
Redacción de @tortozal / Caracas News 24
Instagram: @caracasnews24oficial.
Twitter: @caracas_news